ARTESONADO
Alonso del Campo como maestro carpintero, junto a Juan Diego Pérez, visitó la obra inconclusa de la iglesia. De Alonso del Campo no existe referencias que permitan atribuirle la labra de la armadura mudéjar con la que se cubre la iglesia. Tras consultar acerca de la violencia de los vientos y otros aspectos climáticos de la zona. La conclusión es que la cubierta mudéjar no sería resistente. Ante este informe se decide otro tipo de cubierta para la nave. Se propuso una bóveda de rosca de ladrillo sostenida por cinco arcos, además del arco toral. Los estribos se labrarían de cantería.
Esta es la solución que se dio para no construir el actual artesonado. Esta techumbre era más propia de finales del siglo XVIII donde el barroco es el estilo imperante
Al acuerdo anterior se le añade una nueva disposición sobre la cubierta, en la cual los vecinos se comprometían a aportar a Juan Diego Pérez 4.000 rs. vn. (siempre y cuando el maestro del albañilería estuviera conforme con tal cantidad y la que recibiera de las fábricas de iglesias del obispado) y la piedra tosca que ya se encontraba preparada en las inmediaciones del templo. El proyecto va a resultar más caro que en un principio y acorde con las técnicas constructivas y artísticas del siglo XVIII. El 27/04/1756 Marcos Jimeno aprobó el nuevo convenio con diversas condiciones que se fijaron en el mismo, como los plazos de pagos y cantidad, aprovechamiento de la cantería, compra y transporte del ladrillo…
La iglesia se acabó pero no se construyó la cubierta de bóveda de rosca de ladrillo enlosada apoyada en cinco arcos más el toral, sino que acabó cubriéndose con un cajón mudéjar, como el probable proyecto original. Es una posibilidad que no se completara la cantidad económica necesaria para construir una bóveda en vez de madera y por eso se acabó como se había pactado en un principio.
El templo original es de planta rectangular con una cubierta que es una armadura de par y nudillo con tirantes dobles sobre canes de cabezas talladas. Dicho conjunto era completado por cuatro cuadrales, también sobre canes. Los dos de la cabecera desaparecieron ya en el siglo XVIII. El cuadral es un elemento estructural de armadura de cubierta de madera, dispuesto en un ángulo, para atirantar o afianzar a los tirantes o durmientes que forman dicho ángulo. La decoración de la armadura es escasa y se ciñe a la modesta talla de los canes y en una sencilla decoración de lacería alternada presente en el centro de los tirantes pareados.
La cubierta de la nave es una armadura de par y nudillo. Cubierta a dos aguas. Cuando para reforzar la armadura a dos aguas se coloca entre cada dos pares un madero horizontal llamado nudillo a dos tercios de su altura. La sucesión de los nudillos da lugar a una superficie plana llamada almizate. Los tirantes son de estilo mudéjar similar a las iglesias de Vícar y Felix.
Figura de armadura de par y nudillo.
BÓVEDA
El 24/01/1779 Juan Antonio Munar elabora un informe en el cual indica que es muy necesaria la ampliación de la iglesia ya que no alberga ni a la mitad de la población. El diseño que realizó con planta, sección y alzado se ha perdido. Este diseño era añadir un espacio cubierto con cúpula a la cabecera y tres tramos abovedados que confluían en la cúpula. Esto cambiaría la planta del templo, la cual de ser una planta rectangular, pasaría a ser una planta en forma de cruz latina. Los tres tramos nuevos y abovedados con crucero con cúpula originarían la forma de la cruz latina. Junto a esta ampliación se construiría la dependencia de la sacristía y el cementerio.
La nueva obra se construiría en mampostería. Las esquinas se harían de cantería. La cúpula, bóvedas y pechinas se harían de ladrillo bajo falsas cubiertas que sostendrían el tejado con sus armaduras de madera. El montante económico de dicha ampliación sumaría una cantidad de 88.528 rs. vn., sin incluir los salarios del director y del sobrante de la obra. En el mismo informe se indica que la población estaba dispuesta a colaborar en la mano de obra y los medios para el transporte por tierra o por mar de los materiales necesarios, así como la retirada de escombros.
Los años de la ampliación del templo se sitúan en un período de transición donde los maestros de albañilería van perdiendo importancia en favor de la intervención ilustrada de la Academia de San Fernando. Por lo tanto Juan Antonio Munar, discípulo de Ventura Rodríguez, debía enviar todos los expedientes a la Cámara que en función del ejercicio de los derechos del Real Patronato había de revisar cualquier obra que se realizara en las iglesias del reino de Granada. El dictamen facultativo de Ventura Rodríguez con fecha 29/04/1780 aprobó el proyecto de Juan Antonio Munar, a excepción de incluir en el contacto entre ambas obras un arco rebajado que diera mayor seguridad a la obra resultante. También es aportación de Ventura Rodríguez la bóveda vaída del crucero. Juan Antonio Munar había proyectado una bóveda de media naranja y Ventura Rodríguez aconsejó la construcción de una bóveda vaída. Esta bóveda también recibe el nombre de bóveda de pañuelo, muy gráfico y claro de entender por su similitud a la forma (invertida) que adoptaría un pañuelo mojado cuando se cuelga de las cuatro puntas.
Figura bóveda vaída
La cúpula interior es vaída y es de ladrillo. La cúpula se asienta sobre cuatro arcos torales. Cada arco descansa sobre una pilastra. Estas cuatro pilastras forman el crucero. Esta cúpula interior queda dentro de otra especie de cúpula exterior que forma una torre baja, con una cubierta de cuatro aguas en su aspecto exterior.
Figura arco toral.