Del año de 1958. La iglesia situada en el ángulo noroeste del pueblo está compuesta de una nave mayor y una lateral de menores dimensiones. Situada en la plaza de Las Marinas del arquitecto que proyecta dicho pueblo, José Luis Fernández del Amo. Su planta es longitudinal con una nave adosada que se encuentra separada por unos pilares de hormigón, donde se apoyan las jácenas de hormigón vistas sirviendo de apoyo a la cubierta. El acceso original era por la nave adjunta a la principal.
La sacristía está junto al presbiterio y un dormitorio para el sacerdote de acceso independiente. Las vidrieras de hormigón fueron diseñadas por Antonio Suárez en 1963, una junto a la nave principal en la entrada y otra en el presbiterio.
La torre campanario se ubica a los pies de la nave principal y es de forma cuadrada, es un volumen sobresalido respecto a la fachada de la iglesia. La nave principal a la altura del presbiterio hace una curvatura que otorga de cierta personalidad al templo. En el lado opuesto a esta curvatura se encuentra una vidriera de dallas verticales multicolores del artista Antonio Suárez. De este artista también es la vidriera de la fachada. Sin embargo se desconoce el autor de la vidriera del lateral de la nave. El sagrario original en chapa de cobre es del escultor José Luis Sánchez, así como dos figuras del Calvario también en chapa de cobre.
Los catorce pasos originales que pertenecían a esta iglesia se trasladaron hace un tiempo a la capilla de Nuestra Señora de los Vientos en la Urbanización de Roquetas de Mar y son del artista Antonio Hernández Carpe. La capilla de la Urbanización forma parte de esta parroquia.
José Luis Fernández del Amo influyó de manera decisiva en la renovación del arte sacro en las iglesias de los pueblos de colonización, contando con la colaboración de artistas jóvenes a los que estimuló y ayudó. Hubo discrepancias con las autoridades eclesiásticas en cuanto al concepto de entender este arte nuevo. Fue un hombre con una profunda fe religiosa y aunque muchos de sus artistas fueron ateos o agnósticos, él ofreció un gran apoyo a estos artistas que no participaban de su religiosidad. José Luis Fernández del Amo fue director el Museo de Arte Contemporáneo desde 1952 a 1958. Fue el “capitán“ del grupo El paso. De los miembros de este grupo es Antonio Suárez que es el autor de las vidrieras de este templo.